Población y residuo: una relación de ‘conveniencia’ y, además, ‘conveniente’

Cada día se añaden casi 180.000 personas a la población urbana mundial. Pese a que las diferencias en cuanto al volumen de residuos que genera cada habitante oscilan considerablemente entre países, regiones y continentes, el hombre genera residuos por naturaleza, y el aumento de la población equivale exponencialmente al crecimiento de los residuos que cada habitante. A esta afirmación, además, debemos sumarle dos agravantes:

–        el aumento de la población en grandes urbes representa un mayor volumen de residuos

–        las nuevas potencias emergentes no poseen aún de estructuras adecuadas para su gestión

El resultado, acorde con las perspectivas de crecimiento de población urbana mundial, ilustra perfectamente el binomio indisoluble entre población y residuo. Un matrimonio de conveniencia para los países, y sus entes gestores, y conveniente para el planeta. Pensar y desarrollar mejores sistemas de tráfico, mejores estructuras de viviendas, logística, etc., es prioritario. Pero debemos hacer el mismo esfuerzo en pensar en mejores sistemas para gestionar el volumen de residuo que estas crecientes y gigantescas ciudades generan o van a generar. “La mejora de la gestión de los residuos sólidos, especialmente en las ciudades con rápido crecimiento de los países de ingreso bajo, se está volviendo una cuestión cada vez más urgente“, explicaba la vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial, Rachel Kyte.

Es por eso que, como la salud, la educación o el transporte, la gestión de los residuos sólidos ha de ser uno de los servicios más importantes que debe prestar un municipio. Y no sólo pensar en él como un escenario ideal, sino también como un escenario rentable. Ése es el espíritu de Waste to Cash.